La cosa más bella que podemos experimentar es lo misterioso. Es la fuente de toda verdad y ciencia. Aquel para quien esa emoción es ajena, aquel que ya no puede maravillarse y extasiarse ante el miedo, vale tanto como un muerto: sus ojos están cerrados…
Albert Einstein
En un estudio reciente publicado en la revista científica Emotion, la neurocientífica Virginia Sturm y su equipo de la Universidad de Berkeley estudiaron el llamado “paseo con asombro”, que es una forma de entrenarse para transformar un paseo ordinario en uno en el que nos deleitemos con las sorpresas que nos ofrece el entorno.
Cuando vivimos prestando atención a nuestro entorno, nuestra atención (a veces obsesiva) hacia nosotros mismos disminuye. En su lugar, nos sentimos conectados a cosas más grandes que nosotros y a otras personas. El asombro no sólo puede ponerte la piel de gallina, sino que también puede priorizar la forma en que gastamos nuestra energía mental, sacándonos de nuestra propia cabeza.
No hace falta viajar al fin del mundo, escalar una montaña o buscar nuevos estímulos para evocar esa sensación. Simplemente prestando atención mientras paseas puede cambiar significamente tu día a día.
Los beneficios de dar un paseo con asombro:
El equipo de UC Berkeley estudió a 60 participantes mayores que realizaron caminatas al aire libre de 15 minutos durante ocho semanas. La mitad de ellos realizó una caminata que los orientó a experimentar asombro; los otros no. Los del primer grupo mostraron síntomas de alegría y emociones positivas prosociales (es decir, sentimientos positivos hacia otras personas) durante sus caminatas y sonrieron más intensamente durante el transcurso del estudio. También tenían más emociones positivas prosociales diariamente y una mayor disminución de la angustia diaria a medida que pasaba el tiempo.
Los investigadores concluyeron que cultivar una sensación de asombro puede aumentar las emociones que hacen que las personas se sientan conectadas, así como disminuir las emociones negativas que aceleran el declive.
Caminar con asombro puede tener muchos beneficios para la salud mental y física. Puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, mejorar la concentración y la creatividad, y aumentar la energía y el bienestar general. También puede ayudar a combatir la depresión y mejorar la calidad del sueño. Además, caminar al aire libre puede mejorar la salud cardiovascular y fortalecer los músculos y los huesos. En resumen, caminar con asombro puede ser una forma efectiva y agradable de cuidar la salud física y mental.
Por qué caminar es saludable para ti:
También hay mucho que decir sobre los beneficios de caminar en general. En su libro Elogio de caminar, el neurocientífico Shane nos habla de las cosas asombrosas que suceden en tu cuerpo cuando caminas:
Se desencadena una cascada de acciones rítmicas y neuroquímicas en tu cerebro, haciéndolo más en forma y saludable. Tu mente también se beneficia del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que es como un fertilizante para las células de tu cerebro. Además, también se aplica el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), que hace crecer los vasos sanguíneos que transportan nutrientes al cerebro.
Caminando oscilamos entre el «viaje mental en el tiempo» (pensar en qué hacer mañana, planificar para el próximo año) y este mismo instante. Cambiar entre estos dos estados nos ayuda a hacer asociaciones mentales importantes, fomentando así la creatividad.
Otro beneficio de caminar, cuando es después de una comida, baja tu carga glucémica, lo que significa que sus niveles de azúcar en la sangre bajan. Esto respalda tu salud a largo plazo y puede alterar potencialmente la forma en que tu cuerpo almacena grasa.
Entonces, imagina lo que sucede cuando combinas estos beneficios de acondicionamiento físico y mental con esa sensación trascendental de asombro, reduces el estrés y la inflamación mientras aumentas la sensación de alegría.
Cómo incorporar caminatas con asombro en tu día a día:
Si bien dar un paseo no puede arreglar mágicamente todos los problemas de tu vida, puede ser un botón de reinicio que te ayude a recuperar el control de las partes más sabias de tu cerebro. Caminar también puede ser ese espacio en tu día cuando te sientes realizado/a porque has hecho ejercicio, has conectado con la tierra, porque has reflexionado o simplemente te sientes más conectado con el mundo que lo rodea.
Lo bonito de estos paseos es que nunca puedes quedarte sin asombro. Siempre hay cosas nuevas que descubrir. En cada amanecer y atardecer siempre hay cosas nuevas. Hay belleza al acecho detrás de los cielos tempestuosos. Al pasear también podemos observar y apreciar las pequeñas maravillas que nos rodean, sentirnos libres y meditar, sentir de todo corazón y con gratitud: «Gracias».
Portada de Dennis Ottink en Unsplash