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Reservas marinas: el plan de la ONU para preservar los océanos

La ONU ha adoptado un plan global para la creación y gestión de reservas marinas con el objetivo de proteger la biodiversidad marina.
Reservas Marinas

Las reservas marinas son áreas protegidas del océano que se han establecido con el fin de preservar la biodiversidad marina y los ecosistemas acuáticos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha adoptado un plan global para la creación y gestión de estas áreas protegidas, con el objetivo de proteger el medio ambiente marino y garantizar la sostenibilidad de la pesca y otros recursos marinos.

A continuación, se explica de qué trata este plan, cuáles son las bases y por qué es tan importante para proteger la biodiversidad marina.

La ONU sienta las bases para crear reservas marinas en aguas internacionales

El plan de la ONU tiene como objetivo establecer áreas protegidas en los océanos que se encuentran más allá de las fronteras nacionales, conocidas como «aguas internacionales» o «alta mar». Además, busca proteger la biodiversidad marina y los ecosistemas acuáticos, así como garantizar la sostenibilidad de la pesca y otros recursos marinos.

Para lograr esto, la ONU pretende establecer un marco jurídico internacional que permita la creación y gestión de reservas marinas en aguas internacionales. Esto implica la adopción de acuerdos internacionales entre los países y la cooperación internacional para la gestión de las reservas marinas.

El plan también busca aumentar la conciencia sobre la importancia de la conservación marina y fomentar la investigación científica en estas áreas protegidas.

Cabe destacar que entre las metas de la ONU enmarcadas en la Agenda para el Desarrollo Sostenible, está alcanzar el 30% de áreas marinas protegidas para el año 2030. La creación de reservas marinas en aguas internacionales es esencial para preservar la biodiversidad y los recursos marinos y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

¿Cuál han sido los avances de este Tratado?

Después de 15 años de negociaciones, la conferencia intergubernamental de la ONU ha logrado cerrar un acuerdo histórico sobre la protección de la biodiversidad marina en las aguas internacionales. El acuerdo establece las bases para la creación de áreas protegidas en los océanos que no pertenecen a ningún país, lo que supone un gran avance en la legislación medioambiental internacional.

Una de las claves del tratado acordado es la forma en que los países deberán presentar sus propuestas para la declaración de estas reservas marinas internacionales y los planes de gestión. Además, el acuerdo establece que los miembros que estén dentro del mismo deberán aprobar esas propuestas de áreas protegidas, lo que garantizará la colaboración y el trabajo conjunto para proteger la biodiversidad marina.

El pacto también contiene pautas para que las actividades que se desarrollen en alta mar cuenten con evaluaciones de su impacto ambiental, lo que contribuirá a minimizar el impacto de las actividades humanas en los océanos. Por si fuera poco, se aborda el reparto de los beneficios de los recursos genéticos marinos futuros, un punto que ha resultado difícil de acordar en los últimos años.

Aunque el tratado todavía tiene que ser validado por los negociadores y ratificado por los países participantes, este acuerdo supone un importante paso adelante en la protección de la biodiversidad marina y la gestión sostenible de los recursos marinos.

¿Por qué es importante hacer cumplir el Tratado de las Reservas Marinas en Aguas Internacionales?

El objetivo de proteger el 30% de los océanos (conocido como objetivo 30×30) antes de 2030 es crucial para frenar el declive de la biodiversidad marina y terrestre. Sin embargo, para lograrlo, es indispensable contar con un tratado fuerte y ambicioso que permita establecer áreas marinas protegidas en alta mar.

Esto es especialmente importante en las aguas que no pertenecen a ningún país, ya que son de todos.

El cambio climático, la sobrepesca, la minería en los fondos marinos y otros peligros medioambientales amenazan la salud de los mares, lo que hace más urgente la necesidad de protegerlos. Un tratado sólido permitiría fundar pautas para la gestión sostenible de los recursos marinos y la creación de áreas protegidas en alta mar, lo que garantizaría la conservación de la biodiversidad marina y la recuperación de los ecosistemas marinos dañados.

En definitiva, el objetivo 30×30 es un reto ambicioso que requiere de un esfuerzo coordinado a nivel global para alcanzarlo. La creación de este tratado será esencial para garantizar la sostenibilidad de los recursos marinos y la conservación de la biodiversidad marina.

Portada de © Ocean Image Bank/Jordan Robin

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